La eternidad imaginaria
Y así fue que el Dios de la guerra,
desmoronándose,
aplastó la luz de las almas...
Entonces,
los ángeles huyeron...
adoptando la forma,
de inútiles hojas del tiempo...
Pero alguno de ellos siempre,
recuerda las formas,
del paraíso terreno...
Y algunos escalan por luchar aquí...
y una luz,
en la sangre de otro Dios...
Este fue tu destino futuro,
viajero incansable,
del tornado...
Y la luz de tu estrella inerte,
resplandeciendo,
incandescerá sobre las tumbas...
Y vivos y muertos,
serán llevados,
hasta las praderas mismas,
de la eternidad imaginaria...
Y la espada del Señor nos conducirá,
hacia el sol,
Luis Alberto Spinetta.