“El anonimato me gusta, por supuesto. (...) Esas identificaciones fortuitas siempre me dan buen resultado. Vale más pensar que eres como el resto de los mortales, que pensar (...) que eres un ser único e insustituible. Eso es una locura, despierta la nostalgia de una vida inexistente y lleva al más absoluto ridículo.
En la mayoría de los casos, todos podríamos ser otro. Hay que enfrentarse a los hechos”.
Richard Ford.







